lunes, 31 de diciembre de 2007

Recorriendo Ecuador

Una vez ya en Ecuador, trataremos en primer lugar de llegar –aunque todavía no sabemos de qué forma- hasta un pueblecito de montaña llamado Vilcabamba, donde también hay algunas cosas que contemplar en los alrededores

Luego habrá que subir algo hacia el norte, con el fin de llegar a la ciudad de Cuenca, que está magníficamente conservada y que dicen, se trata del enclave colonial más bello de Ecuador.

A una hora y media de autobús al norte de Cuenca, se encuentra Ingapirca, el mayor y mejor conservado conjunto de ruinas de Ecuador. Desconozco si esta excursión se puede hacer fácilmente en transporte público o habrá que contratar algún tipo de excursión o conductor.

Nuestro siguiente destino será Macas y, previsiblemente, dedicaremos varios días a recorrer la zona selvática entre los afluentes del Amazonas. Es una de las no demasiadas zonas casi todavía vírgenes del planeta.

Una vez explorada la selva amazónica, nuestro siguiente objetivo no es otro que Riobamba, donde no debe ser demasiado difícil caer incluso por casualidad, dado que es una encrucijada de caminos, desde donde se puede tomar el tren de la Nariz del Diablo. Según los comentarios, para algunos es demasiado turístico, mientras para otros es realmente impresionante. Supongo que, como casi siempre, a mitad de camino entre ambas versiones se hallará lo más aproximado a la realidad

Salvo que alguien que conozca la zona nos recomiende lo contrario, no tenemos previsto acercarnos hasta Guayaquil, dado que no parece tener demasiado interés y los precios –sobre todo los del alojamiento- son bastante caros. Si iremos a Quito, a la localidad de Otavalo (con su popular mercado de artesanía de los sábados y sus bellos pueblos de los alrededores como Peguche, Agato, Laguna de Coicocha…) y también al Parque Nacional de Cotopaxi (Avenida de los Volcanes, también con el famosos Chimborazo)

Muy a nuestro pesar, es realmente probable que tengamos que prescindir de ir a las islas Galápagos, debido a lo elevado del precio que hay que pagar por todo. Es ese inigualable archipiélago (formado por islas como la de Santiago, Isabela, Santa Cruz, San Cristóbal, Santa Fe…) la máxima constante es hacer caja por todo y caja a lo grande:

Los vuelos, los transportes interinsulares, las excursiones y los guías (el 95% de la zona está protegida y hay que visitarla de esta forma), los transportes internos, los barcos para poder tomar mejores fotos y ver paisajes más de cerca.… tienen unos precios realmente elevados, no aptos para mochileros, ni casi para las gentes de clases medias.

¡Aunque quien sabe!. Después de todo lo que vamos a gastar a lo largo del viaje, quizás un par de miles de euros más que nos pueda costar esta irrepetible aventura no nos vayan a sacar ni de ricos, ni de pobres.

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