jueves, 29 de noviembre de 2007

La cuenta atrás (I)

Apenas quedan ocho semanas para el inicio de nuestro viaje por Río de Janeiro, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela. Quiero detener aquí por el momento las cuestiones relacionadas con el itinerario, para centrarme ya en los preparativos (físicos y no sobre el papel) de este casi inminente periplo.

Como en total (si sumamos el posterior viaje por India y el sudeste Asiático) vamos a estar cerca de nueve meses fuera de casa, establecimos una especie de planning de diez semanas, que por tanto ya ha empezado hace dos. El fin único era ponernos una disciplina, para no ir dejando cosas y que se fuera acumulando todo el trabajo (y también los imprevistos) para los últimos días.

SEMANA 1 (19-25 de noviembre de 2.007)

-Ir al centro de Vacunación, donde como siempre nos atendieron de maravilla, nos dieron las recomendaciones habituales e información exhaustiva y pormenorizada país por país, sobre los problemas sanitarios que nos podemos encontrar en cada uno de ellos.

Definitivamente hemos decidido inyectarnos recordatorio de la fiebre amarilla (nos la pusimos hace nueve años), recordatorio de tétanos-difteria, Hepatitis A y la del tifus (esta última por vía oral). Por cierto, que al menos en Valladolid, para administrar la vacuna de la fiebre amarilla van a establecer cita previa desde el mes de diciembre Esta vacuna siempre hay que ponérsela antes de quince días de la partida, porque puede dar reacción entre el 3º y el 10º día).

Tras analizar las zonas que vamos a visitar, hemos decidido que no tomaremos tratamiento contra la malaria y que, simplemente, adoptaremos las habituales medidas preventivas (manga larga desde el atardecer, ropa clara, repelentes, mosquiteras…)

-Negociar con el banco la cancelación de la hipoteca de la casa a partir de enero. Dado que vamos a estar casi un año sin trabajar y sin declarar a hacienda, ya no nos interesa mantenerla, porque no nos podemos desgravar nada durante ese período. Hemos conseguido que no nos cobren comisión de cancelación. La operación se hace de un día para otro, así que sin problemas. Por un lado se canela el préstamo financiero y por otro en el registro.

-Comunicación de nuestro viaje a aquellos amigos, familiares y compañeros de trabajo con los que seguiremos en contacto desde Sudamérica, con el fin de actualizar todas sus direcciones de correo electrónico.

-Comunicación a nuestro banco de toda la vida (que no es el mismo que el de la hipoteca) de nuestros planes, con el fin de acordar igualmente las formas de comunicación, también a través de e-mail.

-Decisión sobre el seguro médico de asistencia en viaje que llevaremos para nuestro periplo. Al final hemos resuelto no contratar ninguno a mayores y quedarnos con el gratuito que tenemos por ser clientes de Visa Oro. Creemos que tiene unas condiciones suficientes.

Visa Oro también obsequia a sus clientes con un seguro de accidentes, siempre que se paguen los vuelos de nuestro viaje con la tarjeta.

En ambos casos se cubre tanto al titular, como al cónyuge y descendientes de ambos si los hay.

¡¡Estos de Visa Oro son un cielo, porque además te devuelven al final de año el 0,5% de lo gastado y no cobran ninguna comisión de por vida!!.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno. No solo te vas de viaje durante nueve meses, sino que además dejas la casa pagada y sin hipoteca. No veas que envidia me das, eva!!

Anónimo dijo...

No acabo de entender muy bien el tema de la cancelación de la hipoteca y las ventajas que tien, no se si me lo puedes explicar

Anónimo dijo...

Lo de la hipoteca es un asunto bien sencillo. Si tú dispones del dinero completo para comprar un piso, mejor que pagarlo a tocateja es pedir una hipoteca. Luego inviertes tu dinero en los productos financieros que quieras. Entre los intereses de estos y lo que te desgravas a hacienda por la hipoteca obtienes una rentabilidad mayor que los intereses del préstamo